Las críticas y eso


En mi pueblo siempre se ha dicho eso de… “No escupas para arriba porque cae”.

Introducción a la críticas constructivas

Recuerdo que en reyes una vecina le preguntó a la del cuarto ¿te has comido algún polvorón que otro? No se igual te noto con unos kilitos de más.

Entendí que lo que estaba ocurriendo es que la buena señora estaba proyectando en ella la culpa de haberse comido unos mantecados de más.
A veces, no cuidamos la empatía, la asertividad, ni la escucha activa, ni con nosotros mismos, ni con otro.

Las consecuencias en este sentido son bastante preocupantes pues cuando no cuidamos nuestro diálogo interior, nuestra bolita del pecho se vuelve fría.
Las críticas pueden ser constructivas, debe devolvernos, un aprendizaje para trabajar nuestra capacidad de resiliencia.
La capacidad resolutiva tiene que ver con la capacidad que tenemos de crecer ante las adversidades, pero para eso, debemos diferenciar la delgada línea entre la autocritica positiva y la intransigencia.

A veces vale más lo saludable. Para ello hay tres aspectos que podemos vigilar.
A: de Autoestima
B: Bilief, que hace referencia a las creencias. Procura centrarte en aquellas que
suman y no las que restan.
C: Consecuencias. Pregúntate: ¿Cuáles son las consecuencias de hablarte
así?
Cierro este capítulo haciendo hincapié en lo más sano para uno: El autocuidado

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